Lucía Meza Guzmán, en plena campaña para la gubernatura de Morelos, se encuentra en el centro de una renovada controversia. Hace más de un año, Meza criticó duramente a Lilly Téllez por dejar Morena para unirse al PAN, calificándola de “vulgar traidora”. Ahora, un video de ese episodio ha resurgido en redes sociales, justo cuando Meza ha hecho un movimiento político similar, renunciando a Morena y aceptando la candidatura del Frente Amplio por México, una alianza formada por el PRI, PAN y PRD.
El resurgimiento de este video ha provocado un torbellino de críticas hacia Meza, señalándola de hipocresía. Muchos recuerdan sus palabras, cuando exigía a Téllez renunciar por dignidad, argumentando que había traicionado los ideales de Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador. La situación se complica dado que Meza ha tomado una ruta parecida, abandonando el partido bajo el que fue electa, para buscar una nueva plataforma en su carrera por la gubernatura.
A medida que Lucía Meza avanza en su campaña para la gubernatura de Morelos, enfrenta el desafío de justificar su cambio de partido frente a un electorado cada vez más escéptico y crítico. El resurgimiento de acusaciones de hipocresía no solo subraya las complejidades de la política de lealtades en México, sino que también pone a prueba la credibilidad y la capacidad de Meza para convencer a los votantes de que sus acciones recientes están justificadas por motivos más allá de la mera conveniencia política. El impacto de esta controversia en las urnas será un claro indicador de cómo los votantes perciben la integridad y la consistencia en sus líderes políticos.
